En el siglo XVI, en el norte de la Isla, albergaba una importante población. Esta era una zona con abundancia de cultivos que necesitaban agua para su riego. Con este propósito se construyó un pequeño estanque en los altos de Garachico.
En las proximidades de este “tanque” surgen dos núcleos de viviendas, el primero llamándose El Tanque. El segundo se formó en los alrededores de una edificación destinada al almacenamiento del grano que se denominó El Granel.
Estos dos núcleos fueron creciendo, hasta que ya contaban con su propia parroquia. La antigüedad del pueblo está documentada en torno al 1605.
En 1621, el alcalde de Garachico delega sus funciones en un nuevo edil para la zona de El Tanque y El Granel, lo que manifiesta que ya existía allí un importante núcleo de población. El Tanque, municipio con todas las de la ley, desde el 16 de abril de 1642.
A principios del siglo XVIII sucede un acontecimiento histórico. Desde los primeros días de mayo de 1.706 se venían notando temblores, pero el día 5 se abre la tierra en Trebejo y abundantes coladas de lava comienzan a cubrir muchos terrenos fértiles del municipio, las casas y la parroquia, vertiéndose por el acantilado hacia Garachico. Después de dos siglos de historia tuvieron que comenzar de nuevo y casi desde cero. Ese mismo año, La Alhóndiga (una de las pocas edificaciones que se salvó de la erupción) se habilita como parroquia y se reparte el grano almacenado entre los vecinos para que siembren los terrenos que se salvaron.
Después de la erupción del Chinyero la población tanquera sufre un nuevo descenso, esta vez a causa de la emigración masiva hacia América en busca de mejores condiciones de vida. Con el paso de los años y gracias al turismo, especialmente rural, la población se ha ido recuperando.
¿QUÉ VER?
- La Alhóndiga: Esta antigua edificación data del siglo XVII y está en perfecto estado de conservación. Declaración como BIC. Está situada concretamente en el Casco Histórico del municipio. Tras la erupción volcánica en mayo de 1706 el cereal acumulado en sus dependencias servía de moneda para afrontar gastos comunes y hacer préstamos, con lo que la Alhóndiga pasó a convertirse en el centro económico y social de la zona.
- Cabe destacar el auge que el turismo rural ha experimentado en El Tanque en los últimos años, ya que su entorno natural está lleno de naturaleza y endemismos. Más de un 60% del territorio son Espacios Naturales Protegidos. Además de la buena gastronomía de la zona, fiestas y tradiciones, que hacen de El Tanque un municipio con muchas posibilidades de crecimiento económico y turístico.
- El Ecomuseo de El Tanque: La visita consiste en un recorrido a través de 9 salas que tratan temas como los orígenes del caserío, su contexto histórico y la vida cotidiana de los vecinos, representado mediante paneles interpretativos, audiovisuales, realidad virtual e interactivos. Eco Museo del Tanque
- En el Tanque podemos encontrar paisajes de excepcional belleza. Se trata de un territorio modelado por los fenómenos naturales, como son las erupciones volcánicas. Su relativo aislamiento ha permitido conservar valores ecológicos, paisajísticos y culturales de gran singularidad. La cercanía de volcanes como El Chinyero o Trevejos permite contemplar estampas únicas, como son las coladas o las propias montañas.
- Desde los miradores próximos se divisan vistas panorámicas y se resaltan así aquellos puntos desde los que contemplar la Isla Baja (Garachico), como el Mirador el Lomo Molino.
- Otro enclave a resaltar son las Charcas de Erjos, unas humedades creadas por la acción del hombre durante el pasado siglo XX. En épocas de lluvias se pueden llegar a formar hasta diez charcas, creándose un ecosistema único, integrado por plantas hidrófilas autóctonas y aves.
- Fiesta del día de La Trilla: La fiesta de La Trilla surgió en el año 1996 y era una costumbre muy arraigada históricamente en muchos lugares de la Isla, especialmente en El Tanque. Allí se plantaba mucho cereal, tanto que el municipio llegó a contar con más de 300 eras de extensión. La Trilla brinda una oportunidad única de conocer de cerca nuestra tradiciones agrarias y culturales. Tiene su lugar de celebración en los terrenos y caseríos del Ecomuseo en el núcleo de San José de Los Llanos, y se celebra a finales del mes de Julio.