Para evitar que tu casa se convierta en un horno debes asegurarte de que la temperatura se mantenga en una media de 20 grados centígrados. En el verano de Canarias esto se complica sino tienes un aire acondicionado enchufado 24/7. Las temperaturas incrementan cada año, y desafortunadamente para nosotros, también la factura de la luz.
A continuación, te enseñamos 9 trucos para refrescar la casa en verano y en los días de ola de calor y calima. Ya tenemos un post sobre las plantas que ayudan a esta función de oxigenar y refrescar nuestro aire, pero estos tips extras te ayudarán además, a controlar tus gastos.
1. Ventila la casa a primera hora de la mañana
La importancia que cobra la ventilación en el hogar no solo tiene que ver con la renovación del aire, con evitar malos olores o la aparición de humedades, también se trata de un truco fenomenal para mantener el aire fresco en el interior de la vivienda.
La razón es muy sencilla: Por las mañanas las temperaturas son más bajas por lo que es el mejor momento para ventilar la casa y atrapar un aire fresquito y renovado. El tiempo de ventilación depende de las dimensiones de tu hogar. Por lo general, será suficiente con 30 o 45 minutos.
2. Baja las persianas o los estores
Después de ventilar la casa, para mantener el aire fresco es fundamental bajar las persianas o los estores de las habitaciones o el salón. Así evitarás que el calor penetre a través de las ventanas.
Además de ayudarte a mantener el aire fresco dentro de casa, también podrás ahorrar en el consumo del aire acondicionado. Por ejemplo, puedes mantener todas las persianas bajadas, excepto de la estancia que vayas a usar como la cocina o el baño. Si aún así haces uso del aire acondicionado, recuerda que es importantísimo limpiar sus filtros.
Aplica este truco en todos los casos, especialmente cuando las ventanas de tu casa se orienten al sur o al oeste.
3. Aísla las ventanas
Este tema nos suele preocupar únicamente en invierno, pero al igual que en esta época se escapa el calor de casa por esos huecos, durante el verano el calor también entrará por ellos. Si nuestra casa está muy expuesta al sol, lo mejor será colocar unos toldos o persianas (las hay de muchos tipos, pero las de aluminio, que van adjuntas al marco de la misma ventana, son las que mejor funcionan, tanto para mantener el fresco como para aislar del frío) que cubran las ventanas e impidan que incidan en exceso los rayos del sol.
Otro truco más económico consiste en colocar cortinas gruesas, con forro que no dejen pasar la luz una vez las cierras, mejor estas cortinas que estores plásticos, ya que estos se calientan y no cumplen muy bien la función, más allá de dar oscuridad. Utiliza colores que repelan el calor como los blancos o grises. Estos colores repelen al 100% el calor del exterior.
4. Evita encender luces
Por muy pequeña que sea una bombilla emitirá calor. Te aconsejamos que solo tengas encendido aquellos aparatos y luces que sean realmente imprescindibles, especialmente al mediodía, que es cuando mas alta está la temperatura.
En cualquier caso, opta por bombillas LED. Te permitirán ahorrar un poco más en la factura de la luz. No olvides que los aparatos en modo Stand By, generan calor y consuno pasivo.
5. Cambia las sábanas
¿Cada cuánto sueles cambiar las sábanas? Parece una pregunta trivial, ¿verdad? Pues no lo es. Cambiar las sábanas una vez por semana es fundamental para mantener la buena higiene personal y del hogar.

La limpieza, en general, lavar los pisos con agua fría, usar olores suaves y dejar las superficies libres de polvo, da una tremenda sensación de frescor. Guarda los edredones y las mantas y sustituye por colchas de lino y algodón. Con el simple hecho de cambiar estos detalles y tomar una ducha fresquita antes de ir a la cama, tendrás un sueño mas reparador y agradable en las noches de calor intenso.
6. Sí a las plantas
Como ya mencionábamos en post anteriores, las plantas aportan vida, color y frescura al hogar. Hay plantas que refrescan tu casa, como la Lengua de tigre, la Areca o la Cinta.
Un truco muy eficiente, si tienes plantas con hojas verdes y de gran tamaño, es rociar agua sobre ellas y notarás cómo se refresca el ambiente rápidamente. Además, ellas te lo agradecerán enormemente. Son las primeras que sufres los efectos del calor.
Otro consejo infalible es regar la terraza, el balcón o refrescar las superficies que rodean tu casa. Sobre todo, si son zonas que han estado expuestas directamente a los rayos del sol.
7. Usa ventiladores
A falta de aire acondicionado, haz uso de los ventiladores. Si quieres crear una especie de brisa fresquita, hay un truco que es muy ingenioso: llena un cuenco con hielo y sitúalo en ángulo frente al ventilador. De esta forma, al encender el aparato notarás como el aire que circula es frio y fresquito
Por otra parte, también es recomendable que si los ventiladores están situados en el techo, el sentido de rotación sea hacia la izquierda para que atraigan el aire caliente.
A la hora de dormir, una vez hayas dispuesto el aparato en tu dirección y te acuestes en la cama, ayuda tener cerca una toalla mojada para ponerte sobre la frente o en el cuello mientras te dejas dormir. El frescor que aporta a tu piel junto con el aire que genera el ventilador, bajan tu temperatura corporal muchísimo.
8. Aprovecha los extractores de calor
Los extractores de calor no solo sirven para evitar el vaho, el humo o los malos olores de la cocina, ¡también son ideales para eliminar el calor!. Por ello, es fundamental que cuando vayas a cocinar lo enciendas. Así evitarás que el calor se concentre y tu cocina acabe convirtiéndose en un pequeño horno dentro de casa.

Hablando de hornos, evita su uso excesivo. Este electrodoméstico no es el que mayor luz gasta, pero sí el que más calor genera en la cocina. En lugar de platos cocinados al grill, puedes optar por elaboraciones más fresquitos como las ensaladas frías, que son típicas del verano.
9. El frescor de la noche
El último truco infalible para evitar que el calor se adueñe de tu hogar es ventilarlo también por la noche, o por la tarde cuando ya haya disminuido el calor, generalmente después de las 19:00 horas. Tanto por la mañana como por la noche las temperaturas bajan y puedes aprovecharte de ello para refrescar las habitaciones.
Eso sí, no olvides cerrar las ventanas de madrugada para evitar la entrada y picadura de mosquitos.
Algunos consejos
Todas las soluciones anteriores tienen que ver con modificar ciertos hábitos dentro del hogar. A nivel personal es importantísimo aprender a controlar la temperatura del cuerpo. En este sentido, la hidratación es, quizás, el punto de mayor relevancia. Así que, hidrátate, toma duchas con agua fría o, mójate constantemente el cuello, la nuca y las muñecas.
Por otra parte, para evitar golpes de calor, desde el ministerio de Sanidad recomiendan evitar las bebidas con alcohol, cafeína y azúcar y optar siempre por comidas ligeras y más frecuentes.

Por último, Si tienes mascotas, no olvides darles baños de agua fresca, evitar exponerlos al sol en horas cruciales, proteger sus patitas del asfalto caliente en los paseos e hidratarlos constantemente. Asegúrate de que tienen un lugar a la sombra donde dormir y descansar, ya que el calor les suele generar mucha fatiga y cansancio. Igual que a nosotros.
Referencias: