Ser un buen asesor inmobiliario tiene su intríngulis, ser profesional y conseguir vínculos fructíferos es algo que se aprende a gestionar con los años de experiencia y una buena dosis de actitud positiva antes las adversidades del negocio; pero con estos 5 pasos puedes agilizar un poco ese proceso e ir fortaleciendo tus virtudes. En Kasa y Hablamos tratamos de seguirlos, y proporcionar a nuestros clientes el mejor servicio posible, siempre.
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Sé accesible
- Vende productos en los que creas. En el rango de precios que creas accesible al mercado al que quieres dirigirte.
- Sé accesible en tu forma de relacionarte con el cliente, debes estar disponible y hacerles saber que así será si necesitan contactar contigo para dudas o gestiones. Esto genera confianza.
- La confianza y el buen hacer, a su vez, generan buenas experiencias, y las buenas experiencias, buenos comentarios y feedback positivo sobre ti y tu trabajo. Esto en la era de internet y las redes sociales es muy importante para atraer a clientes nuevos, que revisan y comprueban previamente con quién van a trabajar mediante reviews y blogs.
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Genera urgencia, pon plazos.
- Al ser humano no le gusta tomar decisiones. En ocasiones la indecisión nos paraliza. Si tenemos mucho tiempo para pensar las cosas, aunque a priori queramos hacerlas, las dejamos pasar por pura pasividad, y en el mercado inmobiliario sabemos que el tiempo es oro y las oportunidades de “ganga” pocas.
- Ofrece descuentos de 24/48 horas. Súmales un premio/beneficio al cliente que compre en este plazo.
- Utiliza las redes para visibilizar esta oportunidad con campañas publicitarias seleccionando al público (por edad, sector, zona), son mas efectivas.
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Sé cercano, empatiza.
- Estas vendiendo un producto que te generará ingresos, esto es un negocio, sí; pero la empatía y la cercanía con los clientes es lo que te hará cerrarlo y generar más mediante el boca a boca, que es sin duda, la mejor publicidad posible. Las compraventas pueden complicarse, hay mucho papeleo de por medio, gestión de hipotecas, suministros que liquidar, etc. Demuestra paciencia y resolución. Con prisas casi nunca salen las cosas bien y casi nadie termina contento.
- No hables de ti, de tus logros o de lo buen vendedor que eres. Demuéstralo con una gestión limpia y honesta. Habla al cliente de los beneficios que obtendrá tras la compra, de como se sentirá tras la operación, conecta con sus emociones.
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Juega con la novedad, sé original.
- Estamos saturados de productos iguales con la utilización de las mismas frases manías de marketing fácil.
- Sé original en tus enunciados, artículos, fotos, vídeos. Utiliza un mismo estilo que defina tu sello, misma gama de colores, estilo de publicaciones, lenguaje. Afianza tu marca, sé reconocible.
- Observa a la competencia y piensa como podrías mejorar su oferta.
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Cuida tu lenguaje oral.
Reformula las expresiones comunes y más informales por otras más profesionales y que generen confianza. También es cierto, que cada cliente es diferente y el trato con él se regirá por su cercanía y formas contigo desde un principio. Adáptate.
Ejemplo:
Reemplaza: ¿No le parece? – por: A mi me parece estupendo, ¿a usted?
Reemplaza: No hay problema – por: Con mucho gusto/Es un placer.
Reemplaza: No tengo ese tipo de producto – por: Le ofrezco esta alternativa/Busco lo que necesite.
Reemplaza: No sé – por: Averiguaré y le informo.
Sencillo ¿verdad?, ahora solo queda ponerlo en práctica para notar mejoría en muestras relaciones y productividad.